Salesianos Los Boscos

Cuando dicen que si Salesianos Los Boscos  estamos por todos los rincones, no van tan desencaminados. Nosotros dimos con uno de esos lugares de encanto. Basconcillos del Tozo.

Un grupo de profesores de nuestro cole tuvimos el pasado 20 de enero la gran oportunidad de disfrutar de un día de espeleología, y lo que es más importante, de convivencia. Nos adentramos en la Cueva del agua. Está situada en la provincia de Burgos, en el municipio de Basconcillos del Tozo. Para que te hagas una idea: carretera de Burgos a Aguilar de Campoo. Bueno: carretera, camino, sendero, pedregal, agua y río.
Lo preparamos con todo detalle con total seguridad y confianza, pues entre nosotros se encontraban expertos deportistas y profesionales de las cavernas, consumados espeleólogos. ¿Sabías que la palabra “espeleología” empezó a utilizarla un salesiano, en Cantabria, Jesús Carvallo, toda una autoridad.
Hubo tramos de rocas. Atravesamos las corrientes del río con ayuda de una barca hinchable. La compramos por internet. Incluso en algún montículo, con piedra tierra y barro, tuvimos que reptar cual serpientes. Nos pusimos guapos.
En esta Cueva del Agua, o de los Moros, o de Basconcillos del Tozo, se sume el río Hurón o Valtierra para aparecer de nuevo, tras cerca de cuatro kilómetros de recorrido subterráneo, con el nombre de Rudrón.
La Cueva del Agua se abre en el fondo de un cerrado anfiteatro rocoso. Su gran portalón de entrada, por el que se precipitan las aguas del Hurón, permite acceder a una gran sala subterránea. Por allí anduvimos y navegamos a fuerza de remo y linterna. El desarrollo total de la cavidad de Basconcillos del Tozo es de 3.310 metros. No recorrimos todo. Fuimos prudentes.
Fue una experiencia tan positiva, que nos gustaría compartirla con el resto de la familia Salesiana.
Nos vemos en la siguiente aventura!